Por fin, la expedición comenzó. Todos estábamos desesperados por sacar las cámaras y capturar la magia del último de los ríos salvajes de México: él Río San Pedro. Subimos a lo alto del cerro Peñas para esperar el amanecer. Durante el camino, las vacas alargaban la emoción de llegar a la cima. Tres de ellas corrían enfrente de la camioneta bloqueando el paso. Jaime bajo y trató de orillarlas, pero después de tres intentos, no pudimos alcanzarlas. Por fin las pasamos y pudimos llegar a la estación de microondas para fotografiar el horizonte. Caminamos por una vereda angosta, haciendo una fila india y cargando nuestro equipo. Jaime, después de largas semanas coordinando y planeando la expedición, fue el primero en apretar el disparador de la cámara.
Vacas cafres
03 Oct
Esta entrada fue escrita por octavio, publicada en October 3, 2010 at 4:33 pm, archivada como Diario visual and tagged jaime, retrato. Agregar a favoritos. Sigue los comentarios con el hilo RSS para esta nota.
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