¿Cómo es posible que de un hilillo de agua tan pequeño acabe naciendo el río que alimenta un humedal como Marismas Nacionales?
Algo así me preguntaba yo al ver esta mañana a Don Alejandro cuando nos mostraba el manantial El Motor, en la comunidad duranguense El Carrizo. La respuesta no es otra que la suma de las partes. Hilito tras hilito, manantial tras manantial, se van formando los ríos La Sauceda, El Tunal y Santiago Bayacora en el altiplano de Durango, y su suma da origen al río San Pedro Mezquital que seguirá su épico camino hacia la desembocadura en el Pacífico mexicano.
He tenido la oportunidad de acercarme con Raquel a visitar la cuenca alta del San Pedro Mezquital para entender mejor a este río que cuanto más conozco más respeto le tengo. Lo único malo de esta visita es que no están aquí Santiago, Octavio, Pablo y Rodolfo. Se os echa de menos.
Esta entrada está pensada para todos los que habéis seguido de cerca la presentación en sociedad de este río. Aquí va la primera mirada a un mundo totalmente diferente del que conocimos en Nayarit y Marismas Nacionales. Una mirada a donde comenzó todo. Los orígenes del San Pedro Mezquital.