San Pedro Mezquital, me das envidia. Ya quisiera yo que en los primeros pasos de mi camino me hubiesen acompañado personajes tan ilustres como éstos.
Ahuehuetes, sabinos, viejos del agua, cipreses de Moctezuma, Taxodium mucronatun… Cuando tienes tantos nombres tienes que ser alguien muy viejo o alguien con muchos logros. Ahuehuetes fueron los árboles que vieron nacer a México tal y como lo conocemos hoy en día; el árbol que los aztecas usaron par curar sus heridas; el árbol bajo el que lloró Cortés en la Noche Triste; el árbol que ya estaba ahí en la Independencia y en la Revolución. Ahuehuete es también el árbol que ostenta el record de ser el más grueso del mundo, el árbol del Tule, en Oaxaca.
Y ahuehuetes son los chambelanes del San Pedro Mezquital cuando arranca su camino centenario hacia el mar. Así cualquiera.