Nos acercamos al final de la expedición. Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Conocer todos estos lugares de la cuenca San Pedro – Mezquital nos dio una visión sobre diversas actividades que se encuentran conectadas a través del Río, desde los bosques en la sierra hasta los manglares en la laguna costera. La belleza es única; los servicios ambientales son muchos. Esto nos motiva para seguir adelante con este proyecto. Trabajar con fotógrafos con tanto talento también me ha enriquecido. Navegué con Santiago y Pablo por canales cubiertos de manglares. Trabajé en pozas de arroyos, haciendo fotografía subacuática con Jaime. Los cuatro caminamos por senderos anegados, en áreas con millares de mosquitos sedientos de nuestra sangre y visitamos una gran variedad de poblados de pescadores. Siempre acompañados de nuestra amiga Raquel. Estoy seguro que lo volveremos a repetir, pero también estoy seguro que lo que recordaremos más, serán esas quesadillas con carne que comíamos al final de la jornada. ¡A su salud!