El pasar del tiempo

Después de una ardua subida por las terracerías que llevan al ejido El Naranjo  y de tomar algunas imágenes de paisaje del río San Pedro en su transcurso por la sierra, tuvimos el primer contacto con esta hermosa comunidad Huichola. La gente nos esperaba curiosos por saber a que veníamos y entre Jaime y Raquel explicaron muy bien nuestra misión, conocer su forma de vida y su relación con el río. La presentación que realizamos en la noche sirvió para romper el hielo con los habitantes lo que me facilitó poder acercarme a la señora Remigia y poder compartir con ella parte de la mañana y tomarle algunas fotos, preocupada me decía que a los jóvenes ya no les interesa tanto sus costumbres y que año tras año se dificulta más realizar sus tradicionales desplazamientos a zonas que ellos consideran sagradas. En su mirada se nota la preocupación por la pérdida de conocimientos, costumbres y formas de vida ancestrales que unen al hombre directamente con la Madre Tierra.