Las aves del San Pedro Mezquital

Marismas Nacionales se encuentra ubicado en las costas de Sinaloa y Nayarit, esta Reserva de la Biosfera protege el manchón más grande de manglar registrado en la costa del Pacifico mexicano aproximadamente 2,000 Km2, el cual se encarga de sintetizar la materia orgánica, filtrar nutrientes y ayuda al mantenimiento de la alta producción de las zonas tropicales costeras además de proteger en gran medida las zonas costeras de la devastación de huracanes. Uno de sus principales ríos es el río San Pedro Mezquital el cual aporta, a este sistema de marismas y manglares, nutrientes y agua dulce desde las partes altas de la sierra, esta interconexión entre diferentes ecosistemas (costa, marisma, manglar, selva baja y selva mediana) da  a lugar una increíble biodiversidad en todo el tramo del río y su zona de influencia. Esta riqueza se refleja en la diversidad de especies de aves que se registran a lo largo del año las cuales para un mejor entendimiento se dividen en los siguientes grupos:

Aves residentes: Se observan durante todo el año.

Aves migratorias: Se observan durante las épocas de migración

Visitantes de invierno: Se observan durante el invierno.

Visitantes de verano: Se observan en verano.

Presencias accidentales: Observaciones inesperadas y a veces irrepetible.

El número de especies para la zona de influencia del río San Pedro Mezquital oscila alrededor de 400 especies desde, carpinteros, rapaces, pistadas y todas las aves vadeadoras que habitan el manglar así como las aves costeras. Durante la expedición tuvimos la suerte de poder documentar fotográficamente algunas de las aves más espectaculares de la región, como el imponente carpintero pico de plata (Campephilus guatemalensis) el cual esta amenazado en la región debido a su uso en la medicina tradicional para la cura de enfermedades de corazón y de eficacia  improbable o nula, la espátula rosada (Platalea ajaia), caracterizada por su espectacular pico en forma de cuchara y su plumaje rosa, pelicanos café (Pelecanus occidentalis) recién llegados para su estancia invernal y los curiosos ralladores (Rinchops niger) los cuales vuelan a ras del agua para capturar sus presas en movimiento. Sin olvidarnos de la enigmática garza pico de bote (Cochlearius cochlearius) la cual recuerda un ave del pasado.

A nivel mundial la observación de aves como actividad ecoturística deja a nivel mundial, una derrama económica de millones de dólares al año por lo que es una herramienta imprescindible para la conservación de las aves y sus áreas de actividad y permite el desarrollo de las comunidades rurales aledañas a estos santuarios de aves. En lo personal espero que estas acciones que llevamos a cabo para dar a conocer la riqueza que alberga el río San Pedro Mezquital den su fruto y ayuden a proteger uno de los últimos grandes ríos vírgenes de México.